Francisco Bolognesi Cervantes nació en Lima el 4 de noviembre de 1816. Sus padres fueron el italiano Andrés Bolognesi y la arequipeña Juana Cervantes. Después de estudiar en el colegio Seminario San Jerónimo de Arequipa, se dedicó a los negocios.
Ingresó al ejército voluntariamente en 1853 cuando el Perú estuvo a punto de entrar en guerra con Bolivia. Combatió en la Revolución Liberal de Ramón Castilla y estuvo entre los vencedores de la batalla de la Palma que derrocó al corrupto régimen del general Echenique. Defendió la Constitución Liberal de 1856 luchando en Arequipa contra el rebelde general conservador Manuel Ignacio de Vivanco. En 1858 defendió la soberanía nacional acompañando a Ramón Castilla en el conflicto con Ecuador.
Al producirse la agresión española de 1865, el presidente Juan Antonio Pezet le confió la misión de adquirir cañones en Europa, los mismos que contribuyeron a la defensa del Callao en el combate del 2 de mayo de 1866.
Al estallar la guerra con Chile se le confió el mando de la II División del Sur y tuvo destacada participación en las batallas de San Francisco y Tarapacá. Luego se le encargó la comandancia general de Arica. Cumpliendo su deber con la Patria, murió luchando en la batalla de Arica, el 7 de junio de 1880.
Francisco Bolognesi sabía que las minas podían fallar, ya que eran imperfectas, y que la clave de la defensa era la artillería. Lamentablemente, estaba compuesta de cañones que en su mayor parte no giraban en círculo, complicando la defensa. Ante el requerimiento del parlamentario enemigo, Bolognesi replicó: "Tengo deberes sagrados que cumplir, y los cumpliré hasta quemar el último cartucho". "Entonces, está cumplida mi misión", sentenció el mayor Juan de la Cruz Salvo. El coronel, le pidió sin embargo, unas horas para dar una respuesta final, porque quería consultar con sus comandantes, pero Salvo señaló que no había tiempo para ello y que debía volver de inmediato. Bolognesi le pidió aguardar unos instantes. Llamó a su estado mayor, les transmitió la comisión del parlamentario chileno y lo que había sido su respuesta. Todos se adhirieron a ella.
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