El Ministro de Defensa, Pedro Cateriano, mintió cuando hace unas semanas dijo que no se compraría armamento bajo el paraguas de secreto militar. Una de las tantas adquisiciones secretas realizadas últimamente fue la de un sistema portátil de misiles antiaéreos de corto alcance para el Ejército. Esta fue notoriamente direccionada a una empresa coreana pese a que un estudio técnico del propio Ejército había determinado que se debía comprar dichos equipos a una empresa china. El 21 de noviembre último el Ejército adquirió 108 misiles KP-SAM Chiron, 18 lanzadores, radares y puestos de comando y comunicaciones, por 41.660.000 dólares, a la empresa LIG NEX1, de Corea del Sur, sin tomar en cuenta el informe técnico emitido en febrero de 2011 que determinó que el mejor misil de esa especie era el QW 18, de China. El misil coreano había quedado en segundo lugar en la opción de compra. De pronto, el Servicio de Material de Guerra del Ejército eligieron la propuesta más cara y la menos conveniente técnicamente.
Un militar retirado dijo que el Ejército no quería estos misiles y que se habrían adquirido por presiones políticas. “La compra fue impuesta por Material de Guerra del Ejército y participaron oficiales de artillería de campaña sin experiencia en defensa aérea. Si nos obligaban a comprar misiles antiaéreos portátiles hubiéramos preferido el Igla-S, de Rusia, que ya tenemos y conocemos. El sur necesita un sistema de mayor alcance”, dijo el militar. En mayo último, Humala, junto a su esposa, visitó al presidente de Corea del Sur, Lee Myung-bak, y firmó un acuerdo de cooperación política, tecnológica, militar y económica. Humala también fue agregado militar en Corea del Sur en el 2004. Una empresa coreana brinda mantenimiento en los Servicios Industriales de la Marina (SIMA) y la Fuerza Aérea ha comprado 20 aviones de entrenamiento a Corea del Sur.
La compra internacional de estos misiles se hizo a través de una convocatoria abierta, según indica el portal del Organismo Supervisor de Contrataciones del Estado. El proceso duró menos de un mes y, según los militares consultados, lo cierto es que solo se invitó a la empresa coreana que ha resultado la beneficiada. Es decir, en realidad fue una compra directa enmascarada. No se pueden leer ni las bases ni el acta de buena pro en el portal respectivo. Cuando se intenta acceder a dicha documentación sale el mensaje “Secreto”. Esto mismo se repite con otras compras anunciadas en dicho portal. Sin embargo, una lectura de las bases, obtenida por esta revista a través de otro medio, evidencia un sesgo dirigido a favorecer a LIG-NEX1. En muchas de las 165 hojas de las bases se leen, al detalle las características y bondades del misil Chiron. Las bases parecen el catálogo de ventas de este misil ganador. Un problema añadido es que la empresa rusa Rosoboronexport envió una carta al Ministerio de Defensa advirtiéndole que la empresa coreana ganadora no puede vender aquellos misiles a otros países porque estos tienen componentes rusos, específicamente la cabeza guiada y el propulsor. Los coreanos solo tendrían autorización para usar los misiles en su país.
Militares y expertos consultados lamentaron que se haya adquirido un sistema de misiles antiaéreos portátil cuya utilidad podría ser discutible. “Es una compra absurda e inútil. El Perú no necesita misiles de corto alcance porque ninguna nave pasará por encima del objetivo que piensa destruir. Chile, por ejemplo, tiene sistema de disparo a gran distancia. Compró 2,500 misiles Maverick de 25 km de alcance con capacidad para destruir tanques y buques”, dijo un experto aludiendo a una mera hipótesis de guerra. El misil antiaéreo portátil Chiron adquirido tiene un alcance máximo de apenas 7 km, puede elevarse a una altura de hasta 3.5 km y su precisión oscila entre 90 y 95 %. Desde el año 2000 Chile invirtió 17.000.000.000 de dólares en armas. Compró misiles aire-tierra Maverick AGM-65, con un alcance de 25 km, para abatir carros blindados y sistemas de defensa aérea. También tiene 80 misiles tierra-aire Harpoon AGM-84, con 93 km de alcance. Posee bombas GBU-32 JDAM, con una llegada de 27 km. Cuenta, además con dos submarinos Scorpone armados con misiles Exocet SM-39 con alcance de 50 km. “Estos misiles pueden pasar encima de nosotros sin que podamos contrarrestarlos. Nuestros misiles de corto alcance no nos ayudarán. Necesitamos un sistema antiaéreo de mediano y largo alcance, como los que pueden proveer los rusos o los ucranianos. Ni los chinos ni coreanos eran una buena opción”, agregó nuestra fuente.
Un oficial del Ejército contó que en el 2005 el Comando de Operaciones del Sur había pedido comprar un sistema de defensa aérea actualizado. “Se pidieron cuatro baterías. Una batería está formada por cuatro lanzadores de misiles de largo y gran alcance, de 100 a 150 km. Se planteó, además, cuatro sistemas de radares de mediano alcance, con equipos de guerra electrónica y sistemas de detección de submarinos, aparte de radares en la costa para detectar buques. Increíblemente, todo se distorsionó y en el 2007, en el marco de la ejecución del Plan Bolognesi destinado a modernizar a las Fuerzas Armadas, el COS pidió un sistema de defensa antiaéreo portátil de corto alcance”, dijo el militar. El requerimiento fue tardíamente atendido. En diciembre de 2008, el Ministerio de Defensa aprobó el pedido de recursos para adquirir este material, presupuestando una inversión de 108.111.000 dólares. Pero en enero de 2010 transfirió solo 21.293.000 dólares al Ejército, aunque el depósito se hizo recién en febrero de 2011. En junio de 2010 se conformó el grupo técnico que evaluó los misiles QW 18 y FN 16, de China; el Igla S, de Rusia; y el Chiron, de Corea del Sur. El informe de dicho grupo, firmado por el general Guido Velarde Zegarra, fue entregado al Comando del Ejército en febrero de 2011 y no consideró otros sistemas más modernos, como los Javelin, Stinger o Mistral. Un experto en armamento dijo que el estudio de Velarde es deficiente. “Los misiles Chiron y QW 18 nunca fueron probados en un combate real. Este estudio debió haberse basado en una evaluación del armamento misilero a gran distancia que tiene el potencial enemigo”, agregó el militar.
Miembros del Ejército justifican la compra de misiles de corto alcance porque, dicen, la Fuerza Aérea es la encargada de manipular los misiles de mediano y largo alcance. Pero eso es falso. “La FAP tenía tres baterías de misiles en La Joya, Chiclayo y Talara, pero hace tres años que fueron desactivadas. Solo el Ejército conserva el sistema de misiles y radares Pechora, del agrupamiento Lince, en Ilo, con un alcance de 25 km. Es el único sistema de misiles, antiaéreos que tenemos”, agregó el experto. Nuestro país no tiene un sistema de defensa antiaéreo que cubra todo el territorio nacional, para lo cual necesitarían radares con 400 km de alcance. “La Fuerza Aérea tiene misiles antiaéreos portátiles para defender sus bases y no se ha contemplado un plan de protección de puntos estratégicos a nivel nacional, como refinerías, puertos o empresas. El año pasado ingresó un helicóptero chileno a la base La Joya y no pasó nada”, subrayó el experto. Este año se frustró dos intentos de compra de un sistema de defensa aérea por 140 millones de dólares para la Fuerza Aérea.
Este semanario buscó por intermedio del general Miguel Vega Succar, director de Informaciones del Ejército. Se le envió un correo y se le dejó mensajes de voz a su celular y luego de 24 horas respondió que cualquier pedido de información se debe hacer ante el Mindef con un oficio. Se molestó cuando le preguntamos si otros medios realizan este trámite para pedir información.
El ministro pedro Cateriano incluyó en la ley de compras militares amparadas por el secretismo todo lo imaginable: torpedos, armamento no letal de uso militar y policial, vehículos de combate militar y policial, equipos de seguridad militar y policial, sistemas de inteligencia electrónica y hasta raciones de campaña. Hay que estar alertas con las próximas compras que se vienen. En el 2008 el gobierno autorizó la adquisición de armamento para la seguridad nacional por 2082 millones de soles a través del Núcleo Básico de Defensa. De este monto faltan gastar 400 millones de soles para defensa aérea, precisamente para un sistema de radares que acompañe a una elemental red misilística. También falta gastar otros 86 millones de soles de dicho Núcleo Básico para comprar ocho mil fusiles de asalto. En el 2009 se paralizó la compra de estos fusiles a la empresa FN Herstal porque no pasaron las pruebas y un informe de la Marina determinó que representaban un peligro. Se descubrió un direccionamiento para favorecer a dicha empresa y este año la compra fue anulada. Está pendiente la adquisición de misiles antitanque Spike (israelíes) por un monto de 60 millones de dólares. Se busca comprar un nuevo sistema de artillería de campaña, es decir cañones autopropulsados, y camiones para el Ejército. Hace poco fueron comprados ocho camiones chinos por casi medio millón de dólares. El Ministerio del Interior también quiere adquirir armas no letales y equipos de seguridad como máscaras antigás, diez mil chalecos antibalas y diez mil trajes antidisturbios.
Para aumentar los fondos en defensa, el gobierno emitió este año un decreto de urgencia con una partida de 500 millones de dólares. De este monto, 220 millones servirán para pagar 20 aviones coreanos de instrucción multirol KT-1P. Con esta partida se repararán también cuatro aviones MIG 29 y se comprará armamento para estos aviones por un valor de 100 millones de dólares. También se hará el mantenimiento de vehículos anfibios por 11 millones de dólares, se adquirirá un buque por 60 millones de dólares y maquinaria para el Ejército por 31 millones de dólares. Para equipamiento de las fuerzas que operan en el VRAEM se ha destinado 78 millones de dólares.
