Un día
Jaimito jugando a la pelota dentro de su casa rompió un florero. La mamá
molesta al ver lo ocurrido le pegó por lo que había hecho, y mientras le pegaba
Jaimito entre la rabia que tenía por le estaban pegando le dijo que ella era
una hija de puta. Su mamá ante la gran ofensa se lo contó al papá de Jaimito y
este procedió a hablar con su hijo teniendo la siguiente conversación:
-
Jaimito quiero hablarte, esta vez no te voy a pegar, ya que a tu edad se que
empezás a entender las cosas...
- Esta
bien papá, decime.
- Tu
mamá te pegó y se que eso te molesta, pero no debés contestarle con groserías
ya que a ella también le molestó lo que hiciste, por lo que tu castigo será
pedirle disculpas y demostrarle que estás arrepentido.
- Está
bien papá, lo haré.
Se
dirigió a la cocina, donde se encontraba su mamá y con voz baja y entrecortada
le dijo:
- Mamá,
se que cometí un error al jugar dentro de la casa con la pelota, pero me
arrepiento de haberlo hecho y perdoná por lo que te dije, yo se que no sos
ninguna hija de puta, el hijo de puta soy yo.
Tenemos que Limpiar el PERÚ de Tanto Político Ladrón y Zángano que nos Roba y Desangra el Porvenir de La Patria.
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Respetos guardan Repetos.