martes, 10 de enero de 2012

Francisco de Paula Gonzáles Vigil

SI PARA SER SACERDOTE TENGO QUE MENTIR,ME QUITO LA SOTANA Y VOY AL SENADO DE CIVIL.

Un gran escritor francés, Emilio Zola, hizo célebre la frase “Yo acuso”, sin imaginarse que al pronunciar dramáticamente estas palabras ante los tribunales de Francia estaba repitiendo la misma frase que varios lustros antes había pronunciado un peruano ilustre ante la Cámara de Diputados.
Francisco de Paula Gonzáles Vigil, diputado por Tacna y una de las figuras más destacadas de los primeros parlamentos nacionales, lanzó en 1832 su famosa catilinaria contra el presidente Agustín Gamarra, acusándolo de haber cometido violaciones graves a la constitución del Estado y concluyó con su conocido: “Yo debo acusar, yo acuso”.
Gonzáles Vigil adquiere desde entonces una visible notoriedad y se consagra como el abanderado en la defensa de la libertad y de la constitución convirtiéndose en uno de los pilares de la república en el apogeo de la anarquía y el caudillismo. Este gran patriota nació en Tacna, el 13 de septiembre de 1792, después de hacer sus primeros estudios en su ciudad natal, Gonzáles Vigil, muy joven aún, pues sólo tenía 11 años, fue llevado al seminario conciliar de San Jerónimo de Arequipa, centro en el que se le había otorgado una beca. Allí encontró la guía espiritual e intelectual del célebre obispo Pedro José Chávez de la Rosa, que aunque nacido en Cádiz, formó varias generaciones de patriotas.
Las ideas liberales y avanzada del obispo encontraron un campo fértil en el joven estudiante. Así comenzó a formarse el espíritu rebelde, intranquilo y ávido de reformas sociales y políticas pero al mismo tiempo respetuoso como nadie de las libertades públicas y de la constitucionalidad.
En 1811 era pro-secretario del seminario y se gradúa como presbítero en 1819. En el citado centro de formación llegó a ser catedrático y rector, pero antes de hacerse presbítero se dirigió a la universidad de San Antonio Abad, doctorándose en Teología el 12 de setiembre de 1812.
Gonzáles Vigil llegó al parlamento en 1825, representando a la provincia de Arica y en sus primeros años pasó casi desapercibido, dándole a notar ocho años más tarde cuando pronunció su arenga contra Gamarra. Pero parece como si su auténtica vocación se hubiera resuelto en el Congreso, porque es aquí donde realizó su gran obra de bien nacional por espacio de treinta años.
Gonzáles Vigil, que fue también en más de una oportunidad director de la Biblioteca Nacional, murió el 9 de junio de 1875, dejando un ejemplo de rectitud, honestidad y respeto a la ley, virtudes por las que luchó toda su vida.

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